jueves, 17 de junio de 2010

¿De qué servimos?

Una de las preguntas más recurrentes dentro de la filosofía, aparte de como aparecimos y donde nos dirigimos, es cuál es nuestra misión en la Tierra. ¿Para qué? Si ya lo decidieron por nosotros. Tienen a las personas 12 años estudiando adaptándolos a un sistema para en los últimos dos darles la oportunidad de elegir que te gusta más, leer, sumar o crear, y si eres artista, eliges ésta última y no eres europeo, te jodiste. Y que bien se sienten todos haciendo "la primera elección importante de nuestras vidas", que los científicos, que los humanistas, que les quedan dos años y ahora uno y váyanse, que viene otra camada de niños por domesticar. Pero bueno, somos libres, se supone que ahora, como seres humanos libres, podemos hacer lo que queramos, ¿no?, pues, no. Desde aquel primer día en que tus padres te llevaron de la mano al salón de clases y te sacaron fotos, ya te han encomendado una misión que deberás cumplir el resto de tu vida. Servir. Pero bueno, volvamos a donde estábamos, nos acaban de entregar un cartoncito que dice que estuviste 12 años en el colegio y cumpliste con la primera orden del sistema. El problema es que si no lo cumples, también te jodes, fuera del sistema, no hay nada. Y aquí empiezan las decisiones, si eras experto en organizar carretes, eres "organizador de eventos", si le caías bien a bastante gente, eres "relacionador público" o "sociólogo", si te gustaba jugar en el PC, "programador" , siempre hay una carrera para lo que te gustaba hacer de pendejo, por muy estúpido o inútil que sea. Así todos van a estar trabajando en lo que les gusta hasta que se mueran, enriqueciendo a los que ya son ricos, con la esperanza de llegar a ser parte de ellos, y a 5 años de su jubilación se alegran pensando que sus hijos llegarán más lejos. Y así viven todos felices y contentos dentro del sistema. Así que la próxima vez que se pregunten a que vinieron al mundo, ya saben, da igual, en todas las profesiones ayudas al otro y el otro te ayuda a ti, en un intercambio de profesiones donde sobrevivimos con lo que nos dejan los dueños del mundo. En pocas palabras, somos sus esclavos, encubierto porque no estamos atados directamente a ellos, si no que a través del dinero. Somos igual de esclavos que los egipcios hace miles de años, pero ahora la esclavitud no es personal. ¿Sigamos viviendo engañados?

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